sábado, 15 de diciembre de 2007

CHAMUYO EXISTENCIAL

Puertas afuera del cuarto donde un muchachote barbudo sacude su pija de una a dos veces antes de meterla dentro del boxer, que meterá a su vez dentro del jean, que meterá dentro de una fiesta tan llena de gente como un departamento al fondo de un pasillo lo permite, una chica enclenque y un chico invisible se encuentran.
La antesala al cuarto está mal iluminada y no queda otra alternativa que balconear a la fiesta. Ver a los otros bailar y uno parado en un detrás de escena innecesario, por demás desencantador. Tanto él como ella están intimidados por la intimidad que los envuelve. Apenas si se miran y recorren el decorado buscando una excusa para conversar o no.
Mientras en la pista con parque, la masa baila descalza y uno cierra la persiana para que no se meta el sol. we are the shine people.
De la nada, el muchacho lanza un comentario que estalla como un chasqui boom.

-¿¿Qué?? - dice ella sinceramente interesada.
- La variedad de formas que hay para bailar hoy…Podés bailar solo o acompañado.
- No sé cuan bueno está que cada uno esté en su película.
- Que la crea. En eso creo que va la evolución, no?
- él le señala la pista con el mentón, ella mira por encima de su hombro. Un chico repasa con la mano de arriba hacia abajo las tablas de la persiana mientras agita su cabeza como un martillo eléctrico.

- Sabés…Yo no creo en eso de que todo tiempo pasado fue mejor. Será demasiado optimista, pero…
- No, creo que es un buen lugar donde pararse en el lugar correcto, en el momento preciso. Nos lo merecemos, pensar que lo mejor debe estar porvenir.
- ¿Nos lo merecemos?
-O haremos el todo por que sí.

El muchacho barbudo sale del baño con una botella de Tocornal en la mano. Ella da medio giro y entra en sin decir nada más. Cuando gira para cerrar la puerta sonríe a él que la mira.
Solo en la oscuridad el chico ensaya un movimiento de cadera luego mira el
fondo del vaso de plástico azul que había olvidado en su mano. Al rato se abre la puerta y ella se apoya en el marco dándole paso…

- Te deje la tabla levantada…
- Uy, copado. Gracias.

Durante la noche, bailaron a la par y chequearan de reojo cada movimiento como un sensor. No hablaron más, ni tendrán sexo desenfrenado, ni rozaran sus pieles hasta hacerse mal para amanecer rociados por aire del ventilador. Pero algo dice que es el tipo de chamuyo más efectivo, el que hace blanco en el mañana, el que te obliga a mirar el que no verías, el que te palpita en la sien por al mañana.

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