jueves, 28 de febrero de 2008

lunes, 25 de febrero de 2008

ENFOCARTE

(detesto los juegos de palabra con la terminación -arte)

Exorcismo de un flagelo

En ese tipo de llamados telefónicos después de una garúa de palabras sobreviene un silencio. Son cinco segundos pero estás empapado y empieza a soplar el viento. De pronto te das cuenta que te corroe el frío y tenés la certeza de que en esos cinco alguien puede morir. Cuando la voz reanuda su marcha habitualmente eso sucede

viernes, 22 de febrero de 2008

frase choreada al fotolog de dani umpi:
"cuando no sabés qué hacer lo mejor que podés hacer es planificar mucho"

pd: sí, es la Obsesióndel mes
pd 2: un día lo grabo y te devuelvo el cede.
pd 3: para cuándo alianza multinacional entre blogger y el ghetto fotoló??

jueves, 21 de febrero de 2008

NOS PUSIMOS LEGALISTAS

- “Sin solución de continuidad”

- …qué?

- Nada, me quedé pensando en lo que deja una frase como esa. Es devastadora la idea de no encontrar una solución para continuar…

-Bueno, en realidad en términos jurídicos, se usa cuando un organismo finaliza o desaparece pero es sustituido por otro. Éste asume todo lo del organismo anterior, dándole continuidad a las obligaciones y derechos del anterior. O sea, hay disolución pero con continuidad de acciones, derechos y deberes.

- Ah...como un clavo saca otro clavo.

- Exacto, en definitiva ambos son clavos. No hay solución, entendés?


Fenton y los platos rotos
Pájaros



http://picasaweb.google.es/danielacamezzana/RockEnElPatio150208

jueves, 14 de febrero de 2008

miércoles, 13 de febrero de 2008

N. de la R:

La muchacha de bikini azul del post fechado el 3 de febrero no soy yo.
Para todos los que me preguntaron valga esta aclaración
Y una más
Yo estoy más buena!

martes, 12 de febrero de 2008



...yo que sé
hay gente que lee la borra del café...
El balde debajo de la pérdida del caño de la bacha del baño
se llena cada vez más rápido en relación a mi vejiga,

sigo sin luz del lado izquierdo de mi living,

y cada vez estoy más cerca de mis veinticuatro años.


Tengo la leve sensación de que me dejé estar

domingo, 3 de febrero de 2008

Lo uno...














y lo otro.
Es cierto, Mar del Plata es una señora mayor con traje de baño
en la bristol
pero es algunas cosas más también

(Crónicas desde La Feliz 7)

(este texto corre con la ventaja de ser memorable no por su contenido sino por su condición probable de última crónica de esta serie)


De cómo conocí a un amigo franco

Nunca pensé que me enorgullecería decir que tengo un amigo franco. Digo, en principio porque suelo relacionarme con cada oda a la degeneración que da calambre, más si uno intenta llevarles el ritmo y amanecer para la raviolada familiar del domingo. Pero no me refiero a la valía en términos morales acaso quien tolera tener un ejemplo de rectitud en el que mirarse todo el tiempo.
A lo que me refiero es que nunca pensé que mi vinculación con el tal franco trascendiera del verano. Corría el año 98 y a las seis de la tarde había que rajarse de la playa para tomar la merienda viendo en la tv a la troupe de Cris Morena corear el famoso “todas las bicis y los barcos/ la ternura indefinida/ y esas ganas de volar/ nada nos puede faltar” Que era un poco mejor que “dejame soñar a tu lado” de Nicole, pero ya empezaba a darnos vergüenza por la edad, porque los amigos varones más grandes nos indicaban que debía darnos vergüenza y porque los amigos de la plaza ya comenzaban a picarse.
Teníamos trece años, autorización casi ilimitada para desaparecer de casa y una barra ilimitada de amigos, conocidos y conocidos de conocidos por conocer. No había llamados para ver quien iba a la playa Estrada (desde ahora y siempre la Estrada) era cuestión de comer, ignorar a los padres y hermanos y tipo tres arrancar para la costa. Recolectar al que se pudiera en las ocho cuadras o directamente bajar las escalinatas y ver con que te encontrabas.
- Boluda, menos mal que llegaste. Hoy se pusieron al lado. Ahora están en el agua, pero vez dónde están las gorras… ahí están ellos.
A esa edad el parte de donde se instalaron el grupo de chicos que a tu grupo le gusta es más importante que el reporte del clima de Pedro Mazza ahora. Más si se acercaron a donde uno siempre para.
- En serio? Me muero. Vino?
- No, pero debe estar por llegar. Hoy es viernes tienen que ir al centro a tarjetear. (Bueno, sí me gustaba un tarjetero que le voy a hacer…)
- Ahh.
Si que los pibes se acomodaran cerca era todo un suceso, que te hablaran podía ser comidalla para toda una semana. (Para cuerpo y alma que a esa edad uno no diferencia mucho una cosa de la otra) Y eso mismo fue lo que sucedió ese día mientras caminábamos rumbo al agua.
- Qué haces ojitos – saludo él sonriente.
- Cómo andás? Ella es mi amiga.
- Hola, cómo estás? – dije yo ni muy interesada, ni espantada porque él no estaba.
- El es Franco, un amigo.
- Hola
- Se estaban por ir al agua?
- Sí- dijo ojitos mientras pegaba media vuelta.
- Bueno vayan- dijo él habiendo comprobado que a mi amiga le gustaba.
Entonces sucedió. No di más de dos pasos en dirección al mar que escucho decir a Franco:
- Ah, bueno.
- Qué está bueno?
- El culo de la morocha para un guascazo.
Si mal no recuerdo no alcanzó a terminar la palabra que gire y le estampe una cachetada suficientemente digna para que el pirulinero frenara en el acto.
- Qué haces pendeja?
- Te acomodo las ideas- le dije ya de espaldas caminando más rápido para no poner en riesgo la zona en cuestión.
Es el día de hoy que cada vez que nos vemos nos acordamos y divagamos sobre las diversas versiones de los hechos. El día de hoy que sigue siendo tan pero tan franco y que tengo la suerte de acomodarle las ideas aunque de formas un tanto más sutiles.

viernes, 1 de febrero de 2008

(Crónicas desde La Feliz 6)

OASIS

Eran fácil más de las tres de la mañana cuando las dos chicas llegaron al lugar. Una lo conocía y la otra no. Las escaleras de piedra Mar del Plata tenían una curva cerrada que derivaba en un estrecho pasaje entre arbustos. Ella corrió la rama con la mano y entendió todo. La prisa de los muchachos por escapar del bar, la aceptación implícita de su amiga, incluso la insistencia de ésta en perdonar los continuos descuelgues del chabón. De todas formas quién era ella para juzgar.
El parque era una inmensidad reconfortante. En el medio de la ciudad, a cuadras del tránsito de jóvenes ebrios, un oasis verde oscuro rodeaba una casona de los años 30 con una pileta notoriamente moderna. Y amplia. Bella.
El inquilino de la casa que antiguamente había pertenecido a los cuidadores bajo con dos copas más, un traje de baño y una excitación desmedida que fue compensada por los invitados con alcohol y marihuana. Pronto eran cuatro entusiastas preocupados por el paradero de un corpiño de leopardo con push up (que en toda la fucking noche no se digno a aparecer para la decepción del caballero y la cartera de la dama)
En el medio del convite, los dueños de la casa principal aparecieron en sunga y con una botella de champagne.
- Tomen chicos, nosotros invitamos.
El gordo se metió primero al agua seguido por el peladito hartamente similar a Gaby Álvarez. Mientras los cuatro jóvenes se aprovechaban de la generosidad desmedida de la pareja y se regodeaban cámara digital en mano. Trasvasando la copa de una a la otra.
- Che, vos, no estarás sacando muchas fotitos- grita el pelado desde la pileta mientras simula dar una braza crowl- Supongo que las vas a borrar, de lo contrario hablaría muy mal de vos.
- No, tenía pensado vendérselas a Paparazzi y revelar la vida secreta de … Perdón, ¿cuál era tu nombre?
Risas oscas, atragantadas. Miradas complices.
- Uy, vas a terminal mal vos, flaquita…- dice el gordo que hasta el momento no había hecho más que flotar como la beluga del aquarium.
- …otra que Cabezas!
De repente eran tres entusiastas y una indignada. Aunque entre burbujas es muy complicado notar la diferencia.