jueves, 8 de noviembre de 2007

UN VESTIDO Y UN AMOR






Y cuando creía que no iba a poder borrar de sus retinas el blanco.
La ciudad te da una cachetada por irreverente y pendeja. En el mismo giro de la cabeza veo el contexto que va del aire al piso.
En el portón entreabierto, una señora con ruleros verdes y alpargatas deformes exclamando en Goudy Scout “Acabala, todo sufrimos” Pero su boca no se mueve, sus manos se aferran a la prominente panza y el globo queda flotando a la altura de la sien.
Milésimas de segundo hasta definitivamente quedar mirando la baldosa. Un vestido volado, una incitación al comportamiento impúdico, a la corrida de ring raje en primavera. Al desparpajo.
Entonces lo agarro desde una punta y aparece el deber. Busco a quién devolvérselo, pero pensándolo mejor: ¿Cuántas posibilidades hay que alguien pierda un vestido sin querer en plena calle? El que lo tira, no lo merece. El que lo olvida, tampoco.
Y lo recojo, lo escondo en la mochila. Sonrió como quien tiene un amor.
Una señora me felicita. Hoy es un gran día.






1 comentario:

Anónimo dijo...

jaja Vestido nuevo!!
ya vendran las fotos a lo Tom & Jerry, obviamente jaja
Yo empecé asi mi negocio, ahora tengo un emporio..
Le puse Emporio Armani, original, no?