domingo, 25 de febrero de 2007

ROMPES MI CELEBRACIÓN

Aplico eso de “mañana será otro día” y amanezco a un domingo tan soleado que me hace acordar a los de la Plaza Cristo Rey. Con la hostia a medio digerir en el estómago, besaba por igual skaters y feligreses para disgusto de mi catequista.
Como quien no quiere la cosa (porque realmente no la quiero) abro el diario y la ventana. En cinco minutos, los clasificados me expulsan al patio de mi inmueble “dpto planta baja, monoambiente, patio, lav. s/exp. c / garantías... tan mentirosos como un currículum).
El sol despabila mi piel cuando el cerebro analiza la posibilidad de volver a la cama. (Llamado a la solidaridad: se busca un Pinky para contrarrestar a Cerebro)
Me hago cargo por fin que esto me toca y ordeno el depilfarro de cosas alrededor. Intento barrer y recuerdo que la escoba hace un mes que no funciona. Salgo bajo el rayo del sol a lo del chino con mi mejor cara de ama de casa y la convicción de que se soluciona una cosa por vez.
Abandono $15 pesos en la mano del oriental y salgo bolsa en mano, palo de escoba en la otra. El sol me pone más simpática (para el almuerzo quizás me sienta mejor). Pruebo algunos giros con el palo forzando la muñeca y arranco de cuajo un pedazo de alegría del hogar de una casa bien. (Huir, huir...) Sigo por inercia pero con cada vuelta toma más velocidad.
Giro, y contragiro; doblo en la esquina y se lo pongo a un viejo desprevenido (un poco más arriba y desocupaba un dpto.)
Me acuerdo del tema “Mar del Plata” e ideo un bizarro desfile de la Guardia del Mar. Una de segunda selección (siempre nos faltó 5 centímetros pa`l 1.70, no Nat?) comandada por la Rito. Un exceso.
Me rio sola y un perro me esquiva. No sé bien si por el palo o porque me cree loca.
Veo al costado el cartel de la escuela de Aikido (estoy a sólo una cuadra) y el movimiento se pone violento. Me acuerdo que con la palabra no basta (no en este mundo) y pienso en la utilidad de un golpe certero. Delirio de tortuga ninja, me convierto en Donatelo y lucho con la propietaria invisible. (Capaz hasta le haga un favor, pobre, tan mal cogida) La vecina de enfrente me refriega su sentido común con una mirada acusadora. Pero últimamente hay tan poco, señora, y es tan triste, que me prefiero tortuga ninja o bastonera vengadora a ama de casa sin hogar.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

horror la vida del sintecho.
aunque tener un techo que parece lindo pero no lo es es bastante feo. ayer domigo y hoy lunes, me desperté a baldear el patio lleno de mierda. la cloaca rebalsó 2 veces, dicen que es el barrio y un puto arroyo mal entubado que crece de más con las tormentas vertiginosas. sera eso. pero la caca se queda en mi patio. hasta luego. escatológicas tardes y litros de lavandina para todos.

Danhy dijo...

querido personaje: pensalo de este modo, es una buena forma de empezar el año del Chancho... sera una señal?
Todavia queda mucho chiquero por delante!

Anónimo dijo...

no quisiera cruzarme con semejante virtuosa en el manejo del palo de escoba en una de esas tardes de malhumor, en las que cualquier desconocido puede convertirse en un potencial blanco para descargar tanta furia, preferiría ser el blanco de otros placeres

Danhy dijo...

ohhh, la gran anonima!
(que cadena de supermercados, no?)