viernes, 1 de febrero de 2008

(Crónicas desde La Feliz 6)

OASIS

Eran fácil más de las tres de la mañana cuando las dos chicas llegaron al lugar. Una lo conocía y la otra no. Las escaleras de piedra Mar del Plata tenían una curva cerrada que derivaba en un estrecho pasaje entre arbustos. Ella corrió la rama con la mano y entendió todo. La prisa de los muchachos por escapar del bar, la aceptación implícita de su amiga, incluso la insistencia de ésta en perdonar los continuos descuelgues del chabón. De todas formas quién era ella para juzgar.
El parque era una inmensidad reconfortante. En el medio de la ciudad, a cuadras del tránsito de jóvenes ebrios, un oasis verde oscuro rodeaba una casona de los años 30 con una pileta notoriamente moderna. Y amplia. Bella.
El inquilino de la casa que antiguamente había pertenecido a los cuidadores bajo con dos copas más, un traje de baño y una excitación desmedida que fue compensada por los invitados con alcohol y marihuana. Pronto eran cuatro entusiastas preocupados por el paradero de un corpiño de leopardo con push up (que en toda la fucking noche no se digno a aparecer para la decepción del caballero y la cartera de la dama)
En el medio del convite, los dueños de la casa principal aparecieron en sunga y con una botella de champagne.
- Tomen chicos, nosotros invitamos.
El gordo se metió primero al agua seguido por el peladito hartamente similar a Gaby Álvarez. Mientras los cuatro jóvenes se aprovechaban de la generosidad desmedida de la pareja y se regodeaban cámara digital en mano. Trasvasando la copa de una a la otra.
- Che, vos, no estarás sacando muchas fotitos- grita el pelado desde la pileta mientras simula dar una braza crowl- Supongo que las vas a borrar, de lo contrario hablaría muy mal de vos.
- No, tenía pensado vendérselas a Paparazzi y revelar la vida secreta de … Perdón, ¿cuál era tu nombre?
Risas oscas, atragantadas. Miradas complices.
- Uy, vas a terminal mal vos, flaquita…- dice el gordo que hasta el momento no había hecho más que flotar como la beluga del aquarium.
- …otra que Cabezas!
De repente eran tres entusiastas y una indignada. Aunque entre burbujas es muy complicado notar la diferencia.

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