Instructivo para la mujer que no sabe bien de qué va ser moderna.

Primer curso por correo para afrontar las vicisitudes de los logros que hemos sabido obtener a cargo de Miss Lienzos.

Primera lección: encarar el día después de una cita


Levántese pasado el mediodía, si el que sigue es un fin de semana. De no ser así, se levanta a la media hora de haberse acostado vestida y camina directo al baño...

En ambos casos se baja el pantalón y bombacha en conjunto, mientras mea es el momento justo en el cual recuerda y advierte dónde y cómo se encuentra hoy luego de su cita. Sí, puede que sea el meo mas largo de la semana. Interminable. Otórguese tiempo para usted que es lo que siempre reclama. Mierda, carajo!


Una vez frente al espejo notará que el ojo derecho está pegado por el rimel, con el otro relojee la canilla. Abra el agua fría y enjuáguese previamente las manos, luego la cara
Y una vez realizado el secamiento de ésta, eleve el mentón. Luego bájelo suavemente masajeando las cervicales. Con la pera pegada al pecho descubra la ausencia de corpiño. (Sí, la ausencia de corpiño... no está en la casa)

Ahora sí, frente en alto espejo mediante se ve, observe la expresión de su rostro (-uh neeeeeeeeeenannnnn....) Sonría de coté asomando el colmillo y ahí no más en su baño 2 x 2 aplausos que acompañan el guiñe de ojo, cómplices con la imagen que el reflejo espectador le devuelve. Sí amiga, felicítese, señalándose allí y dedíquese el triunfo de la noche anterior. Nunca está de más culminar con el pellizcón de cachate ... picarona!
Porque en el fondo lo sabe... ya sobrevendrá la culpa pero mientras que bien que la pasa!