Infragantti

Leo la noticia y pienso en colgar una foto. Como al pasar queda flotando la idea.

Cuando llego a casa doy mil rodeos hasta sentarme en la silla frente a la computadora, pero luego algo sucede y pasan los minutos con liviandad. Toma tras toma crece el embelazamiento.

En pose porno dejó caer la mandíbula por el asombro; ante la incomodidad me retuerzo en la silla apretando las rodillas, me recuesto sobre el respaldo desontracturada ante poses graciosas y finalmente quedo completamnete en pelotas incomprendida en esos inmensos bombachones.
Ella mientras tanto cubierta por una sonrisa increíble mira, desenvuelta y con un desparpajo que hace de la situación más irrisorias un dato anecdótico. Incluso su muerte.