El otro día venía corriendo. De la parada del colectivo a la verdulería. Que antes había sido del trabajo a la parada del colectivo y antes de la cama a la calle. Tenía que comprar dos boludeces en cinco minutos. No podía ser más porque sino luego tendría que correr de la puerta de mi casa a la cocina, de mi casa a la parada, de la parada al trabajo.
Me estaqueo en el medio del local a la espera de que alguno de los dos me atienda. Por fin uno se da vuelta y sonriendo me pregunta que voy a llevar. Le solicito un kilo de batatas pero hay algo que me hace ruido. No son las caderas anchas del verdulero bamboleándose, no son las batatas gigantes…es la música.
- Las peras cómo están…- le pregunto aturdida. Distraída en otros menesteres.
“La puta, no me voy de acá hasta que no saque de que tema es esa intro”
- Bárbaras. Cuánto vas a llevar- me preguntaba el amigo boliviano mientras se deslizaba de un lugar al otro con gracia.- Te gusta? Es Cindy Lauper.
“Mierda ”Girls just want to have fan”
- Sí, yo que…
- No me digas que conoces a Cindy Lauper- suelta las peras que ruedan por el piso- Es una diosa, una divina…yo le pongo el cd siempre a mi sobrinita…
El tipo no para de hablar y no veo que ponga una pera en la bolsa. Pero es bastante entretenido, pienso.
- Me encanta. Es mi cantante favorita. Además de ser divina, te canta lo que quieras. Porque no sólo hace música para bailar, tiene unas baladas que te mata…Conoces el último disco? Porque todos piensa que se quedó en eso. Pero no, ella siguió grabando y cada vez mejor. Tengo todo su discografía que me la bajo de Internet. Tenés que escuchar Shine. Te morís….
- Bueno, me lo voy a bajar…- miento piadosamente y me olvido del kilo de peras.
- Escuchá Shine. No te vas a arrepentir… - Me dice mientras me lanza a la calle con una batata y media.
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