lunes, 25 de febrero de 2008

Exorcismo de un flagelo

En ese tipo de llamados telefónicos después de una garúa de palabras sobreviene un silencio. Son cinco segundos pero estás empapado y empieza a soplar el viento. De pronto te das cuenta que te corroe el frío y tenés la certeza de que en esos cinco alguien puede morir. Cuando la voz reanuda su marcha habitualmente eso sucede

1 comentario:

Anónimo dijo...

sí, como que las empresas de telefonía deberían darnos un servicio de contención para ese tipo de llamadas... están flojas che!... al final uno felíz se compra el inalámbrico y hay días en que se necesita el cable de teléfono más largo que exista...no?. Saquemos conclusiones...

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